Preludio de catástrofes

Paloma A. González Loché

Es verdad que el arco iris viene a probar el dicho popular de que tras la tempestad viene la calma pero no es menos cierto que la calma es el preludio de las grandes catástrofes. Aquello que precede a los maremotos, los terremotos, y que normalmente percibimos en comportamientos extraños en el mundo animal y la contención en las personas.

Vivimos ese momento. Cuando todos aquellos en quienes debe descansar la solución a las crisis se convierten en sus principales instigadores se tensa la cuerda.

No se trata de una profecía, como tampoco lo era saber que según se ganaba la Guerra de Secesión el precio del algodón se dispararía tras la victoria yanqui.

La pandemia está poniendo a prueba a los políticos de pacotilla y las personas que merecen pasar a la Historia al hacer frente a la adversidad con las dificultades que entraña o aquellas que se perderán en el desprecio y el olvido.

No es ser vidente el comprobar que una suma de errores continuada para preservar el poder provocará el estallido por más que se intente acallar a la prensa.  Me preocupa aún más la masa aparentemente adormecida: haciéndose fuerte. O eso espero.

La masa no está adormecida por más que el gobierno lo crea así. Cada día más está tomando nota de cada error, de cada sufrimiento sobrevenido por los errores o por la ambición desmedida.

Cada vez la ola se hace mayor y emprende la retirada y esto es singularmente peligroso porque hay que ponerse a salvo de la embestida y alejarse tanto como sea posible. ¿Acaso no es lo que está sucediendo? Me sorprende que no se vea.

Cuando los poderes del Estado se corrompen se abren grietas y por esas grietas penetra el agua y el hundimiento se avecina. El problema es: ¿cuántos botes hay para ponerse a salvo y qué orquesta tocará durante el hundimiento?

Hay algo que tengo claro: en este Titanic los primeros que querrán ponerse a salvo serán aquellos que en tiempos de dignidad, salieron los últimos.

12 Comentarios
  • Tania
    Publicado a las 14:06h, 15 noviembre Responder

    Muchas gracias paloma me encanta el artículo y como expones lo que estamos viviendo.

    • @dmin
      Publicado a las 15:32h, 15 noviembre Responder

      De nada Tania.
      Me alegra muchísimo que te guste el artículo. Simplemente deseo ser muy breve porque quiero que las ideas queden absolutamente claras desde el principio. Ahora queda que lo que digo sea una realidad lo antes posible, para que al menos tengamos tiempo para construir.
      Un gran beso y espero verte pronto. Pami.

  • José Albino López Cuesta
    Publicado a las 14:39h, 15 noviembre Responder

    La verdad es que no puedo ni imaginar lo que deparará el futuro inmediato; así que disfrutemos del hundimiento porque temo que el rescate será terrible.
    Excelente artículo Paloma, como siempre.

    • @dmin
      Publicado a las 15:30h, 15 noviembre Responder

      ¡Caramba! que un comentario así provenga de ti me llena de satisfacción. Creo que los artículos deben ser concisos, breves. Es la forma de exponer las ideas sin que se pierdan por el mundo de la divagación poética, y conste que esa síntesis es para mí –siendo escritora– muy, pero que muy difícil. Tal vez sea la preocupación.
      Un gran beso a un gran amigo. Pami.

  • Valle
    Publicado a las 14:45h, 15 noviembre Responder

    Buen articulo Paloma, habrá que tener esperanza y pensar que todo tiene solución, a todo cerdo le llega su San Martín.
    Muchos besos

    • @dmin
      Publicado a las 15:27h, 15 noviembre Responder

      Querida amiga…
      Hay muchas cosas que tengo claras. Que no siempre algunas personas merecen el infortunio que la vida les depara circunstancialmente o por causas que ignoramos pero… si algo tengo claro es que a todo cerdo le llega San Martín y mira que lo siento por los cerditos en el mundo animal. Por los humanos… que nadie me llame cruel pero no siento tanta lástima. Igual es lo que tenían que aprender. Espero que nos veamos ya prontito.
      Besos a montones. Pami.

  • Pilar González
    Publicado a las 15:56h, 15 noviembre Responder

    Este último artículo, no me da opción a hacer comentario alguno, ya que es tan auténtico y realista, que me ha dejado sin palabras, defines a la perfección lo que va a ocurrir y no nos va a quedar otra que ser muy fuertes y sufrir esa avalancha o morir en el intento de detenerla. Paloma, recibe toda mi admiración, tú don de escribir es… tampoco sé definirlo, recibe mi afecto y te deseo todo lo mejor ya que la forma que tienes de despertar conciencias, lo considero infalible.

    • @dmin
      Publicado a las 20:07h, 15 noviembre Responder

      Mi querida Pilar:
      Agradezco muchísimo tu comentario. En mi ánimo está el que comentas de «despertar conciencias» y si lo consigo mi objetivo está cumplido. Cuanto más se expandan, más posibilidades tendremos de sobrellevar las posibles consecuencias. Debemos prepararnos para padecer la avalancha de costado porque nada podrá detenerla. Tan solo salvaguardarnos cuanto sea posible.
      Desde luego intento ser realista y poner las cartas sobre la mesa de forma que lo veamos claramente. No es preciso extenderse.
      Un beso enorme, espero que nos veamos. Pami.

  • Isabel
    Publicado a las 16:59h, 15 noviembre Responder

    Excelente, Paloma.
    Suele decirse que el que ha formado parte del problema, no puede ser parte de la solución. Es tan sencillo como eso.
    Sin embargo nunca ocurrirá así cuando el problema lo crean los que mandan y fabricantes todo tipo de argucias para continuar haciéndolo. Más aún si son protegidos desde otras esferas más elevadas porque sirven de adláteres a quienes pretenden un cambio de paradigma que los favorezca aún más.
    Está muy difícil la solución, si es que hay alguna.
    Besos, Paloma.

    • @dmin
      Publicado a las 20:03h, 15 noviembre Responder

      Mi querida Isabel:
      Es cierto que los causantes del problema (al menos en parte) no pueden ser parte de la solución que, como están demostrando, agravan. Están claros los maremotos ocultos en forma de intereses diversos protegidos por otras fuerzas pero… situaciones mucho más graves o tan graves como la que se avecina se resolvieron. Asusta el «cómo» pero está ahí. Somos testigos nada voluntarios de hechos históricos que intentaremos paliar en la mejor forma que sepamos. Se avecina el maremoto, o «tsunami» como dicen actualmente. El mar ¡comienza a retirarse! y todos sabemos su fuerza interna.
      Un beso enorme y déjame saber de ti más a menudo. Pami.

  • Carmen
    Publicado a las 19:14h, 15 noviembre Responder

    Excelente escrito Paloma , una gran reflexión ,a la vez una gran tristeza de lo que está pasando en esta querida España yo lo veo un poco negro todo ?quiero ser optimista pero me da que vamos a acabar mal ,en fin , espero que las personas despierten y defiendan lo que tienen que defender y no solamente en las redes sociales sino en la calle .gracias por tu escrito, un abrazo

    • @dmin
      Publicado a las 19:57h, 15 noviembre Responder

      Mi querida amiga Carmen:
      Todo optimismo que no sea confiar en que podremos salvar la crisis que se avecina y no por la pandemia es ilusorio e irreal. No esperan tiempos difíciles pero espero que no sean insalvables. Es tremendo tener que combatir una pandemia y sobrellevar la ineficacia de aquellos que deberían mitigar su daño. Sin duda nos haremos más fuertes pero…
      Muchas gracias por tu cariñoso comentario. Conforta.
      Un beso muy grande. Pami.

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