Aimée es una joven adolescente de padre francés, familiar de uno de los principales lugartenientes de Napoleón y madre española.
La propietaria de una tienda de antigüedades visita a un barón italiano cuya casa es un auténtico museo lleno de obras de arte. El barón, un tanto excéntrico, dice que ella es Aimée reencarnada. Pretende hacerle entrega del bargueño en el que Aimée escribía su historia así como sus diarios…
El Diario comienza en los inicios de la invasión napoleónica en España. El padre de Aimée, informado de la situación, decide enviar a su pequeña hija a Francia junto a sus hermanas, residentes en París, lugar mucho más seguro. Allí le asignan un instructor, Alexandre, que pide la mano de su joven pupila. El padre de ella, dada la diferencia de edad entre ambos, cree prudente un distanciamiento.
Conoce al que será su marido, Carlo, también masón y rosacruz. Sus ideas libertarias encontrarían difícil acomodo en el nuevo orden impuesto por Fernando VII y deben huir a “La Española” encontrándose con la insurgencia negra, otorgando la libertad a todos los esclavos en la hacienda adquirida por ellos.
Alexandre despertó la mente de Aimée, elevando su espíritu. Carlo despertó sus emociones. Ambos hicieron de ella una mujer libre.
Las peripecias del diario relatan la vida apasionante de una mujer con un pensamiento muy avanzado para la época que vivió. A través de su lectura, se provocan grandes cambios en la vida de la protagonista en la actualidad. La historia se repite, pero ya han aprendido del ayer.
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